Paseos sin Rumbo

La vuelta al trabajo no es sencilla, tras unos días sin apenas preocupaciones, y con todo el tiempo del mundo, llega el momento de cumplir el horario y realizar tareas pendientes, resulta realmente agotador, y cuando mas necesitas una pausa, es duro ver el fin de semana lejano y difuso… menos mal que mañana ya es Miércoles.
En algún pequeño hueco he dado un breve paseo por la red, he incluso he intentado responder algún email pendiente que siempre me queda sin acabar (espero que Bego y Alicia me disculpen) , en fin… llevo unos días algo nostálgicos, creo que es carencia afectiva, jejejeje, que raro suena eso, necesito un tiempo para centrarme, he llegado con musha ropa susia y mushas tareas y cosas que hacer.

De los paseos por la red guardo el recuerdo de uno de los tesoros que esconde la caja de las maravillas de nuestra Galatea, llamada «Regálame un recuerdo«, no sé de que mágico rincón de su mente saca esas historias… pero son preciosas. Tambien están los comentarios sociales de Jasp, siempre tan al tanto de la actualidad, o incluso alguna noticia interesante de nuestra submarinista sobre algún disco apetecible que verá la luz próximamente, o alguna apasionante conversación sobre el uso del bidé, y la de blogs que tengo pendientes de visita…

Y por momentos te animas, piensas en esas personas que sientes cerca, en las cosas maravillosas que te regalan cada día, en una sonrisa, en un sueño… y todo tiene otro color (mmmm, si, color esperanza… jijiji).
Como dice el sol de córdoba, son caricias… aunque no precisamente físicas.

Últimamente la he echado de menos, a esa mujer a la que aún no he encontrado, cuyo rostro es una incógnita y su voz sólo una melodía en un sueño, aquella que revolucionará tanto mi vida como yo la suya, he pensado en lo fácil que sería evadirme de este cansancio que produce la vuelta al trabajo entre sus brazos, con mi cabeza sintiendo el latir en su pecho y mis ojos cerrados mientras me empapo de su olor que me llevaría por un instante a un pequeño planeta con tres volcanes y una flor, o a una playa de noche, un minúsculo instante perfecto del espacio en algún rincón del tiempo.

Así es, estoy tonto, mimoso…. moreno y guapísimo (jijiji), y no puedo evitar un día como hoy echar de menos esa cómplice en mis crímenes, esa timonel con quien compartir mi viaje, ese deseo habitando en sus labios, sus caricias llenando mi alma, la paz de su mirada en esos ojos en los que sentirme completo, esas ganas de abrazarla y saber que lucharemos juntos para que pese a esa sociedad en blanco y negro, podamos pintar juntos un mundo de color en el que renovaremos sus rojos y azules juntos cada día.

Un abrazo a todos los que, de un modo u otro, hacéis mi vida mejor.
Graciñas! ;-)