Lucky
Mientras su olor me envuelve no dejo de sentirme inmensamente afortunado.
A lo largo de mi vida he cruzado ciénagas y desiertos… incluso alguna vez he tenido el corazón cuarteado y casi seco, y aún así, seguía palpitando creyendo que todo tendría sentido más adelante. El mantra de Dory «Sigue nadando, sigue nadando, nadando, nadando«, resulta ser de los más sabios consejos aprendidos en el camino, y soy un privilegiado por haber tenido claro ese sentimiento… de seguir adelante, y no rendirme fácilmente, por dura que sea la etapa vital, sabiendo que más adelante me esperarían parajes increíbles, personas maravillosas e instantes perfectos de felicidad.
Siempre he deseado transmitir eso a otras personas… explicarles que «subes y bajas, la vida es así«, que debemos aceptar las etapas y ciclos de la vida, tanto cuándo toquemos el cielo con dos manos, cómo si acabamos habitando una cueva oscura, pero sin perder jamás la esperanza de salir de ella, recordando todas las veces que hemos salido de situaciones complicadas.
La vida se abre paso, hay momentos de tener fe, momentos de llorar y de reír, de esperar y de vivir… y hay momentos de darle las gracias al mundo por esa plenitud y felicidad que aunque sabemos son efímeras, y precisamente por eso, merecen ser celebradas y disfrutadas sin límites.
Así que hoy, en medio de uno de esos momentos de plenitud, quiero agradecer al Universo lo afortunado que soy. Agradecer estar tan magníficamente rodeado de gente bonita, gente que te quiere de verdad y que sabe enriquecer tu mundo de mil modos originales y únicos. Agradecer un trabajo que permite pagar esas desorbitadas facturas de la luz, o mantener casi actualizada mi colección de gadjets infrautilizados pero bien cuidados, o sustentar mi colección de películas a la que cada día se suma una nueva. Agradecer al mundo las huellas bonitas que dejaron en mi vida personas que siguen o se fueron, las ganas de seguir coleccionando huellas y tener una inmensa playa virgen dispuesta para ello. Ganas de todo… y sobre todo, gracias por todo.
«Nada perfecto dura para siempre, excepto en nuestros recuerdos«… y yo agradezco este instante perfecto que hay ante mi, y lo abrazo sin exigirle que sea eterno.
Me siento tan afortunado.
📷 Imagen de Meruyert Gonullu en Pexels
Consciente, afortunado y agradecido.