Las personas «bien vividas»
Hay quienes han vivido circunstancias muy diferentes, adaptándose a ellas, empleándolas para la reflexión, creciendo junto al aprendizaje de los problemas superados, conectando con la energía del mundo y cayéndose muchas veces, pero levantándose muchas más. Personas que sienten, que tienen miedo pero lo enfrentan, que cometen los errores incluso varias veces hasta que aprenden la lección, pero que siguen luchando una y otra vez por ser mejores.
Yo a esas personas, las llamo «bien vividas«, porque crecen con la vida.
Foto de Maria Eduarda Loura Magalhães en Pexels
En contraposición, hay otras personas que apagan el cerebro y suben el televisor, que eligen escapar en lugar de aprender, que no conectan con nadie más allá del delantero centro de su equipo, y que cuando se caen, pueden pasar años lamentándose e intentan con todas sus fuerzas arrastrar a sus seres queridos con ellos. Acuden al mismo bar de cada año desde niños, y no han viajado ni visto más mundo que el que tienen en sus bolsillos. Aprenden y crecen, sí, pero poco y despacio.
Yo a estas personas, les llamo «seres grises«, porque no parecen interesados en los demás colores.
Y cuando te cruzas con una persona bien vivida… lo notas.
Tiene tanto que contar, tanto que compartir, que las conversaciones se alargan, y siempre te dejan algo bonito.
Se ganan tu confianza con su sabiduría, y aprendes de sus errores y sus aciertos.
Enriquecen tu caldo… y valoran tú intentes por enriquecer el suyo.
Y cocinando con ellos… salen unas sopas deliciosas.
Conexiones que llegan, te elevan y no sabes dónde te pueden llevar.
Regalos de la vida.
Amén Hadita! :***