El vaso de agua
Cada uno de nosotros
somos un enorme y delicioso vaso de agua fresca,
y vamos dejando gotitas de nosotros en cada paso.
Una sonrisa a un desconocido, un cuarto de gota.
Lo mismo pasa con hablarle a la gente con cariño y educación,
y con tantos otros gestos con los que participamos del mundo.
Un beso, un cuarto de gota. En los labios, gota entera.
En el cuello… abres la puerta para un diluvio.
Un abrazo, sin prisa, veintitrés gotas.
Y así, gotita a gota, nos vaciamos…
Y por si ese proceso no fuera suficientemente mágico,
resulta qué, para llenarnos de nuevo,
tan solo hace falta respirar profundamente.
No solo eso, respirar conscientemente,
sintiendo solo la propia respiración.
¿A que se te olvida que estás respirando?
¡Hazlo y siéntelo! ¿Ves cómo se llena tu vaso?
¡Eso es! Ahora puedes seguir repartiéndote.
Be water my friend
Sí, yo cada día trabajo un poquito mejor la gratitud. Y respeto las decisiones de quienes quiero, aunque les lleven…
Cuanta razón querido katre! Yo me siento un poco asi, dándome golpes contra una pared! El miedo paraliza y no…
¡Muchas felicidades! Es un placer y una pequeña dosis de esperanza seguir viéndote por aquí. Brindo por otros tantos años…
20 años no son nada... felicidades por mantener intacta tu integridad y tu actitud ante la vida! Peor para el…
Qué alegría saber de ti Fran ¡Cuánto tiempo! Sí, es una película diferente, de las que dan que pensar y…