Días de la marmota…
Hay momentos y circunstancias en nuestra vida que parecen vivirse una y otra vez, túneles que cruzamos cada nosecuantos meses, autopistas que repetimos y en las cuales solo cambia parte del paisaje de fondo.
Labios que se cruzan ante nosotros una y mil veces, y que tardamos en aprender si es para que nos resistamos a ellos o nos entreguemos sin remedio. Personas que se alejan de nuestra vida a una velocidad que parece que nunca volverán, que te enseña el poco o nulo valor que algunos le dan a dejarles coger tu corazón con la mano. Personas con las que no conectamos, aunque les moleste, aunque nos moleste, olvidándonos por un momento que hay sentimientos que no entienden de brújulas ni vientos. Épicos coitos que como brillante cometa, suceden cada muchos años, dejando tras ellos un vacío conocido.
Y se repiten… una y otra vez…
¿No habíamos pasado antes por este punto?
¿No compartimos lo mismo hace un par de años?
Quizás esos ciclos existen para darnos de nuevo la posibilidad de elegir… acierto o error, compleja elección, incierto camino.
Y todo parece quedar atrás ante la posibilidad de probar de nuevo unos labios… que te hacen olvidar todo lo demás, saltando de nuevo al vacío, sintiendo que quiero volar, esta vez, ahora sí, contigo, aunque sea solo por esos tres segundos, en los que me siento en casa.
Como me gusta, es exactamente como es realidad…., pero bien dicho!!!