A ti que te lo haces

Entregar tu corazón abierto al viento no te librará de tormentos, la bondad no garantiza recompensa, la buena gente a veces parece no tener premio. La honestidad no siempre es sincera con uno mismo, hay caricias que no son más que el vano intento de rasgar tu espalda de alguien sin uñas. Amar no incrementa tus opciones de ser amado, y podrías preferir eso a la otra cara de la moneda de ver brillo y color en los ojos de alguien que no sabes querer. Ese segundo, esa pulgada, ese tropiezo… que desordena tu mundo cuando más necesitas paz y aliento.
 
A estas alturas ya sabrás… el mundo no es justo.
 

Beautiful image from Stockvault. Called «Friends», from Merelize (thanks)
 
Pero tampoco lo es cuando te encuentras un billete de cincuenta o un beso en donde menos esperas, o cuando la debilidad de los renacuajos blancos te libra de ser padre de un niño no deseado. Cuando la tostada cae del lado donde no está la mantequilla, cuando pones un pie en un andén y empieza a llegar un tren al que sonríes al saberlo tuyo. Cuando una mirada desconocida te da la fuerza que te falta para acabar de cruzar ese día. Cuando con un leve gesto iluminas una habitación, un momento, una vida.
 
Sean dos, tres, cinco o veinte,
necesito agradecerte,
visitante, desconocido, amigo,
lo pasos que das a mi lado.
 
Recuerda:
Tu amistad o tu caricia,
el brillo en tus ojos,
son vida y semilla.

Esta canción pone título, inspiración y melodía a este post. Si no funciona el enlace de arriba, siempre nos quedará el tema en youtube.