Acabando cosas…

Ahora que la semana llega a su fin, y el mundo con ella, aprovecho para cerrar cosas. Echaré al viento todas las palabras no dichas, para que lleve esos sentimientos a sus destinatarios. Quedarán los regalos envueltos, sin disfrutar de sus caras al abrirlos… ese ingrato momento en que semanas de preparación culminan en un breve instante perfecto.
 
Publicaré los 168 borradores que tengo sin terminar en el cajón de sastre de este blog. Dejaré sin decirle a mi padre, que siempre lo he querido pese a nuestra incapacidad por compartir un mismo idioma. Se quedará sin agradecer lo suficiente a mi familia lo que me han enseñado. Imaginaré en quien podría querer dedicarme su último pensamiento, y me perdonaré haberla dejado escapar si es mujer. Recordaré algunos de esos bocados divinos que he disfrutado y han dejado su huella en un lado u otro de mi cuerpo.
 
Le guiñaré un ojo a las parcas, cómplice de haber ocultado durante parte de este tiempo su secreto. Me uniré a las cuerdas cósmicas para visitar Plutón, que aún sin ser planeta, tiene carisma y corazón. Mezclaré sonrisas y lágrimas en un último suspiro, para despedirme con un «Gracias» sincero y sentido.
Nunca quise ser la piedra que alborota el lago, sino la hoja que en silencio… escucha. Cerraré los ojos y me entregaré en un beso… un adios… siendo apenas, un recuerdo.

PD: Que sí… lo sé… el mundo no se acaba, pero me hace ilusión hablar de ello, por si no inventan otro fin del mundo pronto.