Aprendiendo en vacaciones…

Tras un par de semanas ausente, ya estoy de vuelta al Mundo Real™ , habiendo disfrutado de diferentes lugares y circunstancias. Empecé en picos de Europa, acompañando a mi madre en valientes paseos y disfrutando de un grupo de amigos de esos que redefinen el concepto de familia. Luego estuve en Coruña, rodeado de la familia y la nostalgia que me invade en sus playas y rincones cargados de recuerdos. Y en todo este proceso, aprendí algunas cosas… o recibí nuevas lecciones que me llevarán a aprenderlas… algún día.

– Hay tantas maneras de ver el mundo como gaviotas llenan el cielo.
– Incluso después de 17 años, decir algo, aún sin respuesta ni entendimiento, te puede permitir cerrar una puerta que ni tan siquiera sabías que tenías abierta, librarte de un peso que solo conoces, cuando lo dejas atrás.
– Hay gente que necesita que les hables y les cuentes lo que sientes, hay otras personas que necesitan tu silencio al ser incapaces de enfrentarse a tus palabras, o lo que sería peor… ellos mismos.
– Pasado un punto, evitados todos los desvíos… la gente no cambia, e incluso con el mundo dándoles la espalda, son incapaces de ver que ellos forjaron su aciago destino.
– Ninguna planta enredadera se aferra con más fuerza al alma humana que la formada por orgullo, cobardía y miedo.
– A todos nos cuesta menos encontrar lo que no queremos en nuestra vida, que definir lo que realmente queremos.
– La voluntad es la que mueve las piernas para ascender a la cumbre de una montaña, o la que las detiene.
– Ah! También he aprendido que en el bulevar de los sueños rotos… nacen los nuevos.

Me reservo el derecho de compartir en los próximos días alguna imagen de mi viaje.
Hoy me incorporo al trabajo sin prisa pero sin pausa,
entre sofocantes calores,
pero con el alma refrescada por el descanso.
Un abrazo

Corrige al sabio
y lo harás más sabio.
Corrige al necio
y lo harás tu enemigo.
Proverbio Chino

 
 
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