Rituales rotos
Era Marzo y comenzaba la primavera.
Con ella, algunos locales valientes comenzaban a sacar sus mesas y sillas a la calle, y eso me permitió recuperar algunos de mis rituales favoritos para el buen tiempo.
Escogí una mesa, y en ella me sentaría cada día.
Mi cappuccino con dos azucarillos.
En mis manos, una revista o un buen libro.
Una vez tomado el café, un zumo de naranja.
Y justamente una hora después de haberme sentado, dejaba mi mesa para dedicarme a otros quehaceres.
Siempre puntual, y a los pocos días, los camareros ya conocían mi tradición y no era necesario más que tomar mi sitio para que poco después llegará el café.
Día a día había convertido la rutina en tradición.
Y aquel Martes de Mayo algo alteró mi ritual.
¿Me das un azucarillo? – me dijo alguien en la mesa contigua.
Sin mirar, respondí – Lo lamento, pero lo necesito. Y ni tan siquiera me di cuenta de lo estúpido y borde que pudo sonar algo así visto desde fuera.
Y entonces escuché como se levantaba, pensando que iría a por un sobre de azúcar, y poco después ocupó una silla en mi mesa. Miré a aquella persona sorprendido, era una chica de mi edad, con una mirada penetrante y un rostro dulce y muy hermoso.
Mientras se sentaba, me dijo – Dado que no me das tu azúcar he pensado que podrías dedicarme una sonrisa, para endulzar mi café.
Y me fue imposible contener lo que de mi solicitaba.
Aquellas semanas construyéndome mi rutina, el ritual hilado con mimo y ahora, de repente, estaba desnudo ante aquellos ojos que parecían leer mi alma con su mirada tranquila. Cerré mi libro y le devolví una mirada limpia y profunda, colándome en el baúl al fondo de sus ojos.
Supe que ella fraccionaría en mil pedazos mi rencorosa rutina, al fin y al cabo… llevaba tiempo esperándola.
Le di el primer sorbo a mi café, y le guardé uno de mis azucarillos.
Se lo tendí con dulzura, y volvi a sonreír.
¡Qué bonito regalo de Reyes nos haces con este post! Vamos, que me encantó :)
Me alegro preciosa.
Anoche, cuando me acosté, estaba bajo mi nórdico cuando se me ocurrió la idea… empecé a escribirla en el tablet, y hoy solo me faltaba buscar la foto xDDDD Estas inspiraciones mías intempestivas.
Un abrazo
Precioso relato… breve pero intenso :)
Me ha encantado lo de la sonrisa para endulzar el café, gracias!
Besos con azúcar
Bonito relato capaz de endulzar el corazón.
Un abrazo… muy dulce.
Precioso! Un mimo para el alma, en el día de Reyes! Gracias!
Un abrazo inmenso =)*
KATREyuk, magnífico… dulce, sencillo pero que consigue trasladarte a ese sitio, a ese ritual y sentir la sonrisa… gracias!!
Bonito relato, leerte nunca deja de ser un placer :)