El factor «no siempre»
Una de esas cosas que supongo a todos nos quedan muy marcadas son nuestros errores, que a menudo guardamos en un baúl de la mente que nos da vergüenza abrir, pero en el que miramos cuando algo nos recuerda aquellas bochornosas situaciones. Caídas lamentables, frases desafortunadas, plantones, tropiezos… supongo que todos guardamos algún incidente así ¿no? Desde alguna de las últimas veces que nos meamos en la cama de niños hasta nuestros torpes primeros pasos en el mundo sentimental… en fin, me entendéis ¿no?
Bueno, no sé porqué he empezado hablando de eso. Supongo que quería explicar que he cometido errores garrafales, algunos que me avergüenzan, otros en los que creyendo hacer lo mejor hice daño a quien no lo merecía… no queda otra que mirar al frente, sin olvidar, y aprendiendo de tus errores. A veces soy cabezón, otras, soso, incluso en ocasiones muy contadas, me cabreo muchísimo, pocas veces me he enfadado a mi nivel máximo, muy pocas, y no creo que siempre haya tenido razón, al fin y al cabo, en una diferencia personal hay tres verdades, la suya, la mía y la real.
Pero hay un factor que considero importante, yo le llamo el «No Siempre». Me considero una persona razonable, coherente e incluso medianamente inteligente. Por ello, aunque me equivoco, sé que no siempre lo hago. Hay gente que siempre me da la razón (no me gusta), otras personas que suelen darme cera y aportar puntos de vista diferentes (gracias), lo cual me encanta. Gente con la que me enfado, y quienes se enfadan conmigo. Y hay personas que tienen una habilidad especial para darle la vuelta a la tortilla, y haciendo algo inadecuado, al final te cargan a ti con las culpas ¿A que os suena?. Y en ocasiones, incluso podrían tener razón. Me ofusco con algo y no veo la realidad con la claridad que merece, si tienen la paciencia de explicarse es probable que yo los entienda, y si es así, nunca he tenido el menor problema en disculparme las veces que sean necesarias.
Peeeeeeeero, hay personas que si te enfadas, se enfadan aún más que tu ¿Protección? ¿Contraataque? No lo sé, pero lo hacen. Y hay personas que nunca creen equivocarse, o que nunca te piden perdón si lo hacen. Y eso me enfada especialmente, porque igual que a veces me equivoco, también pienso que «no siempre» lo hago, y me merezco una disculpa cuando alguien es injusto conmigo.
Como os digo, no es habitual que me enfade… pero cuando lo hago… sube el precio del pan, y prendo fuego a Troya con una cerilla.
Yo también hago que arda Troya cuando me enfado… ufff qué caracter tengo!! Inaguantable en esos momentos. Pero «no siempre» es así. Desde ahora tendré presente el factor «no siempre» antes de castigarme, porque no siempre soy torpe, no siempre estoy equivocada, no siempre tengo la razón, no siempre creo tenerla… pero siempre soy humana, por eso nunca soy perfecta.
Un abrazo
y es que… Todo es maravillosamente relativo y en el equilibrio esta el entendimiento. :)
yo no me suelo enfadar mucho como dices tú. Pero cojo rabietas con bastante frecuencia jajaaj muchas veces mi cabezonería no me deja ver las cosas tal cual son, pero pasado el terremoto que llevo en mi interior, puedo ver las cosas con otra perspectiva y me disculpo si me siento mal por algo que he hecho. Casi siempre he tenido el perdón cuando lo he necesitado pero cuanto más quiero a alguien, más me cuesta perdonar si me hacen daño. ¿Qué curioso verdad? Precisamente por esas personas que queremos no debemos mostrar rencor. Iré aprendiendo… :D
besos amoreeeeeeeeee
No me gustan las peleas, pero reconozco que soy polvorita,
quizás ya no tanto, pues aprendí que a veces se pierde el objetivo de la discusión y se convierte en una cuestión de amor propio, y el interés se centra en ver quien gana y en
eso yo no me engancho! En ese caso me voy… y para pelear se necesitan dos! Cuando el motivo de la discusión, es algo coherente suelo ceder y aceptar lo que expone el otro,en ese caso salgo ganando. No soy rencorosa. Hay algo que sí
me enoja mucho y son las injusticias del mundo!!!!
Un abrazo ;)