Tú eliges…
Podemos elegir el color de la camiseta, el de unos zapatos, el del tinte de nuestro pelo, una pulsera, pedir perdón, o no hacerlo …
Podemos elegir el grado e intensidad de nuestra sonrisa, que sea más o menos sincera, podemos elegir cómo besar, cómo abrazar, mejor o peor, con o sin alma. Podemos elegir pisar la hierba con zapatos o caminar descalzos, sentir como el viento de los años mueve nuestra ropa o nos acaricia desnudos. De este último modo, sentimos más, para bien o para mal, y cuanto más nos protejamos, menos también, en un sentido y en otro.
Podemos elegir a quien le damos nuestro corazón, podemos quitárselo. Podemos hacer que nuestras palabras sean consecuentes, o que vayan por libre. Podemos elegir qué amistades cuidar, y cuales dejamos que borre el viento.
Podemos elegir destruir nidos de aves que ni nos conocen, o dejar ramitas por el mundo para que seres que no conocemos hagan su nido. Podemos contar hasta diez para diluir la ira, podemos dejarla libre. Podemos coleccionar cualquier objeto, o coleccionar momentos, o ambos a la vez. Podemos dejar huellas invisibles, o hundir en los árboles el cuchillo escribiendo nuestro nombre.
Podemos asfixiarnos o respirar, naufragar o nadar, estancarnos o remar, reir y llorar.
Imagen: Colorful Candles de Sundeep Goel
Podemos rendirnos, podemos luchar.
Podemos mirar al suelo o al cielo… o a los ojos.
Podemos elegir… y a cada paso dejaremos atrás lo que fuimos, lo que somos, acercándonos a lo que seremos… como velas que apagas y que enciendes, elecciones que conforman un diseño que en perspectiva, dibuja quien eres.
Otro post para imprimir y colgar en el espejo del baño, enmarcarlo en el dormitorio, dejarlo en el escritorio para leerlo cada vez que se encuentre «entre papeles» y distribuirlo por la ciudad.
¡Te lo copio! con tu permiso, que me conformo por ahora con ponerlo en mi blog.
Tendré que esperar a volver con mi ordenador, no tengo enlace para entrar en mi blog como admin y escribir (o plagiar). Un beso, me voy a amanecer.
Lo que no puedes elegir es como se van a sentir los demás, lo cual puede ser una gran sorpresa…
Besos
Sin duda…
Un abrazo