Tu todo, mi nada, y viceversa
Sentada en un banco ella permite que el mundo haga resbalar por su mejilla unas lágrimas impares. Mirando al futuro duda, teme, se pierde y se aferra a lo que cree que tiene, a los bocetos de sus sueños que quiere hacer realidad a la fuerza. Terca, limpia su cara y aparta el gesto de tristeza para obstinarse y enfadarse con todo, menos una cosa, menos una persona.
Le da la espalda al mundo y las riendas a tu razón desorientada, quien sino ella sabe lo que de verdad necesita y desea. Disuelve sus mentiras en un cuenco, y lava su alma con el agua opaca donde descansan las mismas. Se enfada aún más, odia a un mundo que no la comprende, y sonríe segura de si misma, quién mejor que ella, puede sentir su realidad, ellos se equivocan, y ya no llorará más, nunca mas..
Hace un gesto para levantarse, siendo mapa y camino, negándose la Fe en karma o destino y dejando atrás, olvidadas, hojas con palabras de amigos.
Me acerco a ti, intento mirarte a los ojos, y me esquivas. Te susurro llorando que te quiero de verdad, que debes ser fuerte, tirar la palangana de agua opaca y comenzar desnuda un camino nuevo, déjanos ser tu ropa, tu manta, tu olvido, tu comienzo. Contemplo como tus lágrimas impares patinan por tu mejilla, y te digo que desates el nudo y las dejes ser inundación que te limpie. Veo como tu mirada recorre un horizonte imposible, se me rompe el corazón al verte tan perdida y no permitir mapa alguno.
Se estremece mi alma cuando veo cambiar tu cara, cuando siento tu rabia ganando terreno y la oscuridad adentrándose en tu alma. Pones cara de odio, de enfado, y tengo miedo, no eres quien late conmigo, algo te está cambiando. Te grito llorando que todo saldrá bien, aunque no sea fácil, que me dejes un sitio, que nos dejes ayudarte, que le quites todo el que le has dado a la mentira y al engaño sufrido, que no temas pues tu vida está conectada a la nuestra y no queremos sino lo mejor para ti, siempre.
Mientras tanto, cierras el grifo de tu tristeza con la obstinación y segura de así salir de la maleza, mi alma se inunda de dolor ajeno, de búsquedas desesperadas de porqués y salidas. No me escuchas, me ignoras, grito un te quiero moribundo y demente en el que gasto el alma que me resta, y mientras te incorporas de tu banco, me levanto con mis últimas fuerzas, agotado, inmensamente triste, plantándome frente a ti, portando en mis ojos mi última fuerza y esperanza.
Me atraviesas y te vas, y comprendo demasiado tarde…
que me tenías delante, pero no me veías.
«Descubrí que podia desarrollar mi sombra como una pantalla de cine.La coloco unos metros delante de mí para visionar mis sueños.No tiene sonido,es como las antiguas peliculas de superocho o las proyecciones de diapositivas.Salgo a la caza del tesoro por lo rincones más recónditos de mi memoria,para encontrar mis preciosos recuerdos de ti.»Te toca atreverte a empezar el libro;)
A ver si me animo :)
Bonito extracto ¿de dónde es?