Situaciones de Crisis
Hoy en mi empresa tuvimos un ejercicio práctico para poner a prueba nuestro «Plan de Contingencia«. Ha sido divertido, y relajado bajo un punto de vista tecnológico, yo esperaba un megaincendio, una inundación o un godzilla al más puro estilo Sim City, pero en su lugar la situación de crisis venía originada por una intoxicación que acababa hospitalizando a una parte de la plantilla, mucho menos espectacular que la aparición de un lagarto gigante, pero igualmente curioso.
Lo divertido de las situaciones de crisis es que muestran la verdadera cara de la gente. Como la clásica escena de la película norteamericana en la que a la chica guapa le pasa algo terrible, su novio musculitos sale corriendo, y el protagonista, más normal pero de gran nobleza, acude a su rescate conquistando su corazón en el acto.
Esas situaciones extremas ponen a prueba nuestro verdadero «yo», y cuando contemplas el resultado a menudo te sorprendes con lo que puedes esperar de la persona que tienes a tu lado.
Yo, como buen masoca en potencia, prefiero que una situación desvele la verdadera cara de una persona a seguir formando parte del baile de máscaras. Es como cuando atraviesas una de esas etapas tan jodidas en tu vida, y ves qué amigos tienes a tu lado en el proceso, o te vas un año o dos a otro país, y a tu vuelta sólo quedan algunos de tus amigos… los buenos.
Porqué hay cosas… que es mejor verlas cuanto antes
Mejor ver esas cosas pronto. Yo tampoco soporto las máscaras pero sobre todo ese «querer por conveniencia». Darme unos cuantos palos de esos ha hecho que sea más desconfiada a la hora de dar más de mi.
Y me sorprende algo con respecto a las relaciones en el trabajo, algunos buenos amigos/as los he conocido trabajando, es cierto, pero que seamos compañeros de trabajo (y seamos buenos compañeros) no significa ser amigos… y eso hay mucha gente que no lo capta.
Desgraciadamente hay máscaras que parecen tener varias capas porque vas descubriendo y descubriendo cosas de gente que no dejan de sorprenderte…. Por eso lo mejor es no fiarse nunca al principio, intentar conocer a esa otra persona, y con cuidado, nunca sabe uno por donde puede salir.
¿masoca? no, hijo! al contrario. Masoca sería querer seguir en la farsa del «baile de máscaras». Es mejor tener un colega menos para tomarse un café que creer que se tiene un amigo que no es.
Pero lo peor, para mí, es esa incertidumbre en la que todavía no sabes si la persona te está fallando, pero lo intuyes. No tienes pruebas, pero algo te hueles. ¿qué haces? ¿te arriesgas a meter la pata y desechar a una persona fiel o sigues estando expuesto hasta averiguar la verdad?
De cualquier modo, por muchas decepciones que nos llevemos, no podemos pensar que siempre será así; aun hay mucha gente «de verdad» ahí fuera y tenemos que disfrutarla
bicos de la tierra ;)
Me encanta esa manera de pensar… dí que sí, queda mucha gente «de verdad» (y tú eres una gran muestra de ello)
Yo prefiero dar las oportunidades necesarias, aunque lleve tiempo, al final todo el mundo acaba descubriéndose, y en ese momento, no te duele dejar a esa persona de lado y seguir tu camino, la confirmación de ello te hace libre, sin esa verificación puedes sufrir dudas. Yo lo he hecho así en el amor y en la amistad, y funciona, cuando coges de nuevo camino, te sientes más ligero.
Un abrazo enorme niña