Las estrellas son mías..

Hoy he podido cumplir un sueño… uno esperado, brillante, perseguido, casi ahorrado, y finalmente… regalado por mi mejor amigo y su mujer. Supongo que no estaba mentalizado para que me hicieran un regalo así, y yo esperaba tener tarde o temprano el dinero que me permitiera hacerme con «mis estrellas», pero al venir de ellos… serán irreemplazables y legendarias, muchísimo más especiales de lo que ya eran, y cuando vea las estrellas me acordaré de ellos.
Estoy hablando de un proyector de estrellas, concretamente el Star Theatre, una máquina con la misión de dibujar con luz, en tu habitación, ni más ni menos que 10.000 estrellas. Una ilusión que tengo desde que hace 4 meses supe de este curioso gadget, y que forma parte de un proyecto más amplio llamado «Nirvana en tu dormitorio«, en el cual he trabajado últimamente.
Un objeto curioso, diferente, maravilloso… y sobre todo, muy muy especial por venir de una de esas luces que tengo en mi cielo que nunca se apagan y siempre me recuerdan dónde está el Norte.
Gracias de corazón por un gesto precioso… un regalo excesivo, que será vengado (aviso a navegantes)… pero conmovedor, y emotivo.

 
Melody Gardot
     If The Stars Were Mine

 

Técnicamente… no hay mucho que decir. La sensación… es espectacular, realmente impresionante, como el cielo que se podría ver en lo alto de una montaña. Tiene opciones de apagado automático, enfoque, estrellas fugaces y rotación según hemisferio. Proyecta un círculo de 3 metros en el cual se ven… 10.000 estrellas.
¿Defectos? Las estrellas fugaces son anecdóticas, y el modo «rotación» hace un leve ruido (que en mi caso no percibo por el acuario pequeño). En las partes exteriores del círculo las estrellas se difuminan un poco, y se ven más borrosas, supongo que por temas de óptica.
Sensacional… maravilloso… el Lunes me llega la pieza final del puzzle… y entonces, habemus Nirvana.