La paz del precipicio
Por fin está aquí el puente y la verdad es que se agolpan las ganas de descansar por un lado y las ganas de hacer cosas por otro, la ilusión por esos días que la peque pasará con su hermano mayor, por mover a los peces a su nuevo hogar, por tirarme en el sofá y jugar unas partidas a la consola, ver alguna película en el cine, recibir abrazos y cariño con los que llenar un depósito en reserva… cosas que me apetecen mucho, pero también necesitaría escapar, que el tiempo se parara unos días para que aquello que el huracán tiene dando vueltas en mi cabeza pueda depositarse en el suelo e irlo ordenando poco a poco, poner sentido en algunas cosas, enteder muchas otras, y coger fuerzas renovadas para el nuevo año.
Ayer pensaba en despedirme de vosotros, en dejar de escribir por unos días y ver que traía consigo el año tan próximo, pero al final te lías… una canción, un momento en el que tienes ganas de expresar algo, aparece un desvarío y ya estás embarcado en una nueva página en blanco intentando explicar cosas que no consigues definir por muchas palabras que desentierres.
La vida es como una caja de bombones, lleno de sorpresas más o menos agradables, de golpes que nos hacen crecer y de elogios que nos merman, y creo que esto ya lo he contado mil veces ¿no? Echo de menos mi mar, la tranquilidad de una playa en un verano gallego… saber lo que necesito, lo que quiero, lo que debo hacer… ansío la fuerza necesaria para poner finalmente el optimismo como bandera en mi vida, para extirpar de mi pecho dolorosos fotogramas imaginarios amontonados en pesadillas y errores cometidos pero inevitables, fuerza para cerrar los ojos y ver desde lejos la realidad que me permita comprender y definir mi presente, encontrar la clave para librarme del desasosiego, esa puerta que crea corrientes de aire, el vaso que sacia la sed… atravesar sin miedo estancias sombrías… entender, desnudar, brotar, llorar… descuidar las páginas escritas y comenzar un montón de ellas en blanco… encontrar la paz en el precipicio del Mundo de los Seres con Alas, olvidar mis miedos, y después de ver el increíble mundo a mis pies, saltar… y volar.
Todo tan cerca… y tan lejos
Yo tambien echo muchisimo de menos mi mar… ese olor tan caracteristicos de mis playas gaditanas. Recuerdo que mi primer agno de universidad notaba muchisimo su ausencia… ya estoy mas o menos echa a la idea.
Espero que disfrutes mucho esos dias con tu familia, tus peces y todas esas cosillas que son simples y nos hacen felices por unos instantes. MIMITOS… recuerda es palabra en tu mente, que tanto nos alimenta y que nos cuesta pedir jejeje.
Mil besitos… Lanzate a la piscina, ya sabes que tienes mil manos a tu alrededor para sacarte si te hace falta.
Cuidate, Kike.
Nchi
Me ha gustado toooodo lo que has escrito y estoy plenamente de acuerdo contigo.
A cuidarse y disfruta el puente en buena compañía.
Salta, lánzate a Tu Mar, navega allá donde solo tú sabes, mira a las estrellas y ten fe en ti mismo, en tu valor, en el porqué de las cosas.
Un abrazo, tesoro…