El Gordinflón de Rojo

Estamos en esa época maravillosa llamada Navidad… y me gustaría expresar mis sentimientos, hablar de la nostalgia y la familia, de los amigos y la soledad, del frio y la comida en abundancia… supongo que esta es una época de contrastes, hay quienes tienen mucho y quienes tienen menos imagino que lo echan aún más de menos que el resto del año, evidentemente… no me puedo quejar de todo lo que tengo, quizás… demasiado.

En mi casa vino el gordinflon de rojo, trajo cosillas para todos, una gran mayoría desde Sevilla… yo podré conocer al fin a Zelda, mi hermana cantará a diario en su consola y mi madre nivelará el Feng Shui de la casa, entre muchas cosas mas… fue una gran noche, el tal Noél vino pronto, como hay confianza empezó con la media noche en el domicilio familiar.

Demasiado tiempo en Coruña, planteándome lo bien que me vendrían unos días en Lanzarote o Praga, y en lo necesario que puedo ser aquí… Este año cumpliré mi función, seré buen hijo y demás, pero el año que viene haré lo posible por olvidar estas fiestas, por no tener que aguantar los recuerdos de mi marchita Coruña, por no tener que pasar muchas horas en el coche, por no comer como ceporros hasta el éxtasis o la muerte, o por evitar ponerte triste al recordar quien no te llamo… el año que viene veré el año nuevo en otra franja horaria, menos quejas y mas hechos.

Lo bueno de estas fiestas son los contrapuntos… las cosas que te ponen triste y las que te alegran, las que te emocionan de verdad, como el libro que me regaló mi hermana o un mensaje de una amiga que pudo enviar a mucha gente pero que me vino genial para subirme el ánimo:
«Espero que puedas escapar de Papá Noel, pues muchas mujeres se han pedido a un hombre maravilloso por navidad.»

Mañana pondrán rumbo a Sevilla mi hermana y mi cuñao, y con ellos se llevarán parte de la alegría navideña… nos quedaremos pocos, solos y cobardes, aunque buscaremos nuevos modos de iluminar el hogar, y seguro que con la ayuda de Rita lo conseguimos.