El bien mayor
A veces, la vida nos enseña a ser egoístas,
a veces, somos negros racistas,
y otras, echamos sal en las heridas,
cruzamos puertas prohibidas,
nos cerramos las salidas.
A veces, miramos hacia otro lado,
dejamos al corazón amordazado,
le leemos un cuento bien intencionado,
para ver si se queda callado,
por el bien mayor alcanzado.
A veces, jugamos a ser trapecistas,
a veces, solo somos cerdos egoístas,
otras, soñamos que somos realistas,
Oca que en mi alma anidas,
alcanza tu punto de partida.
Eso es, ¡casa es amor!, en tan sólo cuatro letras.
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