Los necios

No empezaba mal mi semana tras otro increíble fin de semana desconectado del MundoReal™, cuando me encontré con la terrible noticia de La masacre de Orlando. Como muchos, siento una dura mezcla de indignación, enfado, vergüenza y rabia por cómo somos capaces de cosas tan terribles, y también todo lo que rodea el incidente, la repercusión mediática elevada en comparación a incidentes más serios, el subnormal de Trump usándolo como bandera de su política fascista, las connotaciones religiosas y sexuales… solo pensar en todos los posibles enfoques agota, no es un problema sencillo, y a la vez, sí. Una mente enferma no debería tener acceso tan sencillo a las armas, o hilando más fino, no debería haber armas.

Recordé esos artículos en Sabemos del genial Juan Gómez-Jurado que me gustan mucho, sobre Los Necios, esos personajes que salpican el panorama social y político, pérfidos cual cancerberos y que se alimentan de la discordia que generan. Está claro que en política toda máscara cae tarde o temprano y ves la cara de esa persona, pero socialmente, no tienes claro dónde empieza el personaje y dónde la persona. Por ejemplo, la espeluznante Leticia Sabater ha sacado un nuevo vídeo musical en el que deja de manifiesto sus serios problemas mentales, pero ¿hasta qué punto no hace un papel que le reporta unos beneficios económicos elevados? Yo creo que en su pequeño mundo, ella se considera artista y no un esperpento, y cuando te paras a ver a algunas de estas anomalías, primero puedes sentir aversión, pero si miras más de cerca, la lástima se sobrepone a todo sentimiento.

Es increíble la cantidad de seres extraños que viven del cuento. En su día, nacían en Telecinco, ahora, hay una mezcla entre la televisión clásica y Youtube, donde triunfa gente con voz de cabra epiléptica, gato gonorréico o pájaro loco resfriado, o una risa estridente que o bien es contagiosa o te convierte en asesino en serie al escucharla. No tienen el más mínimo sentido de la decencia o la vergüenza (en eso les envidio pues son sensaciones inútiles) y hacen de sus vídeos diarios su medio de vida, y eso es así, merced a millones de personas que los siguen, como aquel baile chorra de PSI que marcó una era.
¿Necesita el mundo de las «Belén Esteban» de la vida? ¿Serán los YouTubers los grandes famosos del mañana?
El otro día en la presentación de un videojuego invitaron a muchos famosos que cogían el mando y hacían que jugaban. En uno de los mandos Snoop Dogg Dog se golpeaba contra la pared incapaz de hacer más que andar adelante o atrás, su única preocupación era que no se le apagara el pitillo, me pareció un personaje tan lamentable y triste, víctima de sí mismo. Todos los países tenemos Marios Vaquerizo, personajes esperpénticos que viven de ser raros, de hacer cosas extrañas, de dar el cante y hacer el idiota para que la gente los mire, viven de eso, y es incluso peor cuando esta gente famosa invade otros «oficios» como el periodismo, la creación musical, el marketing o la divulgación, pues carecen de la preparación oportuna.

La triste realidad es que siempre habrá gente adicta a mirar las vidas de otros en lugar de vivir la suya, shows de Truman modernos, y merced a esa sed de fama existirán esos seres que no sabes hasta que punto persona o personaje, y que acaban perdidos en las cunetas de la fama, tarde o temprano. La atención del público, la fama, es una lupa que puede acabar destrozándote, pues si te adaptas bien a ella, puedes perder el Norte cuando dejas de recibir tanta atención y acabar por volverte medio loco como han demostrado algunos tristes casos.

¿Y del debate de ayer…? mejor no opinar, le haré caso a mi lectora ávida y dejaré la política para algunos necios, y me concentraré en intentar parecerme lo menos posible a ellos, que cuando algo escuece, suele tener que ver con que algo de eso vemos en el espejo.