Selección natural (I)
Pese a que la civilización humana está en su punto tecnológicamente más álgido, igual que tenemos grandes genios también tenemos entre nosotros miembros que de liderar la raza nos llevarían a una inminente extinción. Y cuando ves una de esas atrocidades dolorosas y estúpidas piensas… «selección natural«, recordando al buen doctor Darwin y la vergüenza (y risa) que sentiría de seguir entre nosotros.
¿Sabías que ya mueren más personas haciéndose selfies que atacadas por tiburones? Cuando me recuerdan lo peligroso del submarinismo, siempre digo que desde luego por los tiburones no es, y que hay cosas mucho más peligrosas. En una noticia de Septiembre situaba en 12 los muertos por «selfies» y en 8 los muertos por ataque de tiburón. No siempre hay imágenes de esas fotos previas al desastre pero sí hay varios casos en los que es así.
Otro claro ejemplo es, por raro que suene, el de un formador de suicidas en Irak, que en medio de su clase de bombas, voló a toda la clase. Poco que añadir, por lo visto hay un tío en ISIS que se dedica a formar a otros sobre cómo ser un buen suicida con una bomba atada al cuerpo. Se les pasó el detalle de que igual la formación era mejor darla sin explosivos reales, y de ahí que volaran por los aires, él y sus 21 alumnos. Lo dicho… selección natural.
Un claro ejemplo de esto son los vídeos de fails donde se recopilan accidentes de ostiones de todo tipo. Es un tipo de entretenimiento que ha encontrado en la red su medio ideal de difusión y hay vídeos como este o este que tienen millones de vistas, y son un claro ejemplo de gente que hace cosas que le generan un gran dolor físico, en unos casos intentando proezas y en otros, sin más alternativa que un doloroso fracaso. Cuanto tengo un día gris, estos vídeos suelen conseguir animarme.
Esto que llamamos «selección natural» en otros sitios le llaman Darwin Awards, y sí, son reales:
Hay muchos casos, algunos cerca de vosotros, y hay que alejarse de ellos pues su insensatez, causa víctimas. Eso sí… grábalos en vídeo.
Ha men
Madre mía, alucinante hasta donde alcanza la estupidez humana!
Inagotable… Sí