Estambul (Parte I)

Tras unos días en Estambul podría contaros mil cosas… intentaré no extenderme, sintetizar, e ir ordenando los pensamientos de tanto vivido allí. Espero que quede aquí una guía útil para el viajero o que sirva para daros aún más ganas de visitar esta ciudad a todos aquellos que estéis considerando ir.

¿Qué tener en cuenta?

• Pues ya avisan del agua, llegando a decir que no es potable. Lo cierto es que podréis ver a todo el mundo con sus botellines de agua, y las veréis a la venta en cualquier esquina. Si eres de estómago frágil, evita ensaladas y bebidas con hielo.
• Los taxistas conducen como locos, bueno… todos en general, hay que tener mucho cuidado como peatón, y no alquiles un coche a no ser que tengas nervios de acero.
• El nivel de inglés es bastante bajo, pero siempre habrá quien te entienda un poco (y quien no lo haga nada). Los vendedores sabrán lo básico en cualquier idioma.
• La moneda local, las liras turcas, ahora mismo, está a 2.35 liras por cada 1 euro.

A lo largo del post encontraréis las fotos enlazadas con sus versiones en mayor resolución, así como enlaces a otras fotos que hice. Ya tengo disponible un album en Flickr con mi selección de fotos del viaje.

Las tres grandes mezquitas
De las decenas de mezquitas que adornan la ciudad y sirven de refugio a sus fieles, tres destacan especialmente por su tamaño y majestuosidad: La mezquita azul (Sultanahmet Camii), la mezquita de Santa Sofía (Ayasofya Camii) y La mezquita de Suleyman (Süleymaniye Camii). La azul y la de Sofía están muy próximas, como fruto de un pique histórico entre sultanes por el «a ver quien la tiene más grande», y Suleyman está en Bayazit, cerca del gran Bazar.
Verlas por fuera es sencillo, por dentro… habrá que hacer una generosa cola, y habrá que entrar descalzos y las mujeres con la cabeza tapada y los hombros en caso de exhibirlos, cosas del islamismo. Eso si, el espectáculo de sus interiores, está asegurado.

La cisterna de la Basílica  (Yerebatan Sarnici)
Muy cerquita de la mezquita de Santa Sofía tenemos la más importante y espectacular de las cisternas, que proveían de agua a los palacios desde el siglo VI. Tiene 336 columnas, y una de sus curiosidades son dos cabezas de Medusa que hay en dos de las columnas, aquí podéis ver la que está de lado y aquí la que está cabeza abajo.
Sin duda una de las visiones más curiosas que ofrece Estambul, aunque es más pequeña de lo que parece. El precio de la entrada son 10 TL, unos 4 €.

El Puente Galata  (Galata Köprüsü)
Y para acabar con esta primera ronda, una de las dos o tres cosas que más me gustaron de Estambul, el maravilloso puente Galata, repleto de vida y de gente, con esas vistas estupendas. El puente tiene un tramo central por debajo del cual pasan los barcos, y a sus dos lados, está flanqueado, en el piso de abajo, por una colección de restaurantes. En la parte de arriba, cientos de pescadores lanzan sus cañas al mar, y se reparten la acera con peatones, mercaderes y visitantes. El puente Galata es todo un espectáculo:

Mañana hablaremos de bazares, del lado asiático de Estambul… y de otras muchas cosas.
;)