¿El smartphone nos hace estúpidos?
Ya lo decía un tipo muy listo, de nombre Albert:
«Hay dos cosas infinitas
el Universo, y la estupidez humana,
y del universo no estoy seguro.»
Y es que hoy me he encontrado una circunstancia de estas que te hacen indignarte, en mi caso bastante. La hija de un conocido, una choni de esas que aunque no llegan a mitad de mes ni tienen un trabajo estable, y a sus veintipocos años y con tres niños a cuestas (de dos relaciones diferentes), se ha comprado un Samsung Galaxy SIII, a modo caprichito, como si fuera un iPhone 5, lo mismo me da… ¿Cómo puedes priorizar un móvil por encima de la comida o las condiciones vitales? Me parece igual de grave si el móvil es de la manzanita o del robot, lo de los Smartphones empieza a ser un problema a considerar, la obsesión por ellos y ese concepto de «no soy persona si no tengo uno«, es algo preocupante. Que un objeto se haya situado en la cabeza de las necesidades vitales es un problema que la sociedad tendrá que enfrentar antes o después, sino llegaremos a un día en que no seas «ciudadano» sin móvil o no puedas comprar comida sin él, tal y como dibujaban genios como Philip K. Dick en sus relatos de ciencia ficción.
Otro enfoque a este titular, sería cómo los smartphones nos hacen más tontos, convirtiéndose en una referencia cercana que nos evita la memorización de muchas cosas que podemos consultar rápidamente, es como una brújula que nos ha hecho olvidar que el Sol y las estrellas pueden orientarnos. Los smartphones, además, están matando las conversaciones, y generando complejas adicciones que dan pie a esos comportamientos que critiqué antes de «o lo compro o me muero«, y empiezo por admitir que yo soy un claro ejemplo de ese caprichismo estúpido y uso tecnológico excesivo.
Uso responsable…
Creo que es el momento de que los usuarios nos hagamos responsables de cómo usamos nuestros móviles. Que todos los dejemos en un bolso cuando cenemos con amigos, que aprendamos a apagarlos, que no alimentemos una adicción que está cambiando el mundo. Parece más divertido chatear con amigos o desconocidos que mirar a los ojos a quienes te rodean en el metro, nadie se ha muerto por empotrarse contra una farola mientras escribe y camina al mismo tiempo ¿no?, si no tienes whatsapp no eres nadie… eres un cero.
El potencial de los smartphones es ilimitado, pero también el daño que pueden causar si nos descuidamos. La tecnología debe hacernos mejores, individualmente y en conjunto.
Si no es así, como en tantos otros ámbitos de la evolución humana, deberíamos preguntarnos qué hemos hecho mal… y rectificarlo.
Completamente de acuerdo contigo. De hecho, como máxima (a veces no lo hago, te voy a ser sincero) es que comiendo o cenando el teléfono al bolsillo. Si es urgente ya me llamarán.
Esa imagen de Jobs Resurrection es genial colega.
No podría estar más de acuerdo. Tenemos que aprender a «desconectar para conectar»:
http://www.youtube.com/watch?v=vI8pIUmRn_E
Bicos
Totalmente de acuerdo, la verdad es que el móvil ha evolucionado con el paso de los años, ha pasado de ser un objeto para llamar en caso de emergencia a ser un objeto imprescindible donde tenemos nuestra vida en las millones de apps que nos ofrecen. No obstante, yo soy partidaria de desconectar cada X tiempo de las redes sociales, lo he hecho y es algo que se lo recomiendo a todo el mundo, no vivir pegado el móvil, los smartphones crean adicción y no es sano!!!! pues eso, como ha dicho Begoña, desconectar para conectar :)
un abrazo!!