Adios Marco
Esta noche, al abrir una web deportiva, me encontré con una noticia que me dejó petrificado. Marco Simoncelli ha fallecido un un accidente en Sepang. El shock me dejó helado ¿Acaso era yo un gran fan de este piloto? No, para nada. Parte de mi shock era culpa, pues odiaba a este piloto por su pilotaje agresivo que ha causado varios accidentes, y cuando los perjudicados habían sido españoles yo ponía el grito en el cielo pidiendo que fuera duramente castigado por sus maniobras. La espina más dura, han sido las veces que he celebrado sus caídas, como venganza por las correrías realizadas a los españoles.
Por eso me siento culpable… era agresivo, pero era simpático, y a los 24 años nadie se merece perder la vida de esta manera. Es un duro golpe para el motociclismo, mas aún cuando Rossi, uno de sus mejores amigos, vivió de cerca el suceso.
La sensación de culpa me alcanzó en un momento en el que me hizo pensar seriamente lo absurdo de pelearse con quienes quieres, lo bonito que es saber disfrutarnos y compartir momentos en este efímero trayecto llamado vida. El otro día os hablaba de rencor… y su relación con el afecto. Si queréis a alguien, decídselo cuando antes, la vida os podría arrebatar el privilegio de poder hacerlo. No hay mayor victoria que el sacrificio del orgullo a cambio de fortalecer un vínculo, o, sencillamente, expresar un sentimiento y ser coherente con él, no dejéis un «Te Quiero» sin decir, ni un abrazo sin dar.
No guardaba afecto por Marco, y no pretendo decir lo contrario, pero como acertadamente comentaba un anuncio, el deporte es mejor cuando hay un malo muy malo, un tigre polémico que nos haga identificarnos con los corderos, y animarlos con más coraje.
Este deporte, sin duda echará de menos al polémico a la par que genial, Marco Simoncelli.
Pufff, a mí también cuando puse ayer por la mañana la tele y esperando la retrasmisión de las carreras (me pareció raro que no estuvieran ya), leí esta noticia en un titular de última hora chiquitito que paseaba por la parte baja de mi tele y me dio un vuelco el corazón… No porque tuviera algo de culpa, a mí me gustaba Simoncelli, es verdad, en algunas ocasiones fue un poco cafre, pero creo que sin ningún tipo de maldad y justificado por su gran juventud, dicen que no se ve el peligro…
No me lo podía creer… otra vez más te haces más consciente (si cabe en mi caso) de lo insignificantes que somos y de lo que cambia tu vida SÓLO un segundo después y de cuántos segundos, minutos, horas… desperdiciamos en tonterías varias, así pues:
a VIVIR señores que son dos días!!!!! o dos segundos…
Puff, yo me levanté el domingo y me lo dijo mi padre que estaba escuchando la radio. Es una pena porque muchas veces deseamos cosas muy malas a gente que nos cae mal o que no nos parecen simpáticos. Yo muchas veces, al igual que tú, ha protestado sus malas artes y sus niñerías sobre la moto, a veces, peligrosas para otros pilotos, pero no merecía este final. Es una pena que un chaval con 24 años y una vida por delante haya acabado así. Descansa en paz Marco.
Y tienes toda la razón en que hay que quererse y decirlo, y aprovechar cada momento para estar con la gente que queremos.
Un abrazo amigo!