Vulnerable

Hay instantes en que por más que luches, el viento te lleva, por más que nades, te vence la corriente. Por mucho que intentes hacer las cosas bien, ves sufrir a alguien que quieres, y es culpa tuya, saberlo te diluye entre nieblas. Intentas hacer algo, pero sin claves ni fuerzas optas por quedarte quieto, no hay coraje que hable por ti, ni bandera blanca con la que anunciar la rendición.
El Universo te sostiene en su mano recordándote lo efímero del mundo, lo vulnerable de tu piel que en otros momentos, es capaz de cicatrizar con una sonrisa. Quieres estar en varios sitios, quieres abrazar a la vez a varias personas, incluso aquellas con las que no hay confianza para ello, como agradecimiento de la ilusión y la esperanza que sin saber, te dieron. Pero elegiste el sitio incorrecto, de nuevo, se escapa un tiempo robado por la complacencia y la entrega a un agujero negro dónde tu alma se absorbe lentamente, y lo sabes… intentas aprender, encontrar el punto de encuentro donde consciencia y pasión compartan lecho.
La soledad se abre hueco entre tus venas, helando tu fluir por el mundo y dejándote en una deriva robada. Pero cuentas contigo, sabes que la debilidad es solo un camino de paso entre recargas, tan solo el contraste necesario, para hacerte ver tu lado inmortal.
Es momento de encoger tus alas, y plegarte sobre ti mismo con la última sonrisa, la que te dice que mañana será otro día, y que tendrás las energías renovadas para afrontarlo con valor y optimismo, cuando seas tu mejor versión.

Bueno, el texto de arriba es un nuevo intento por ponerme en otra piel, dejando bajo ella un poquito de la mía, como no. La genial imagen es de Leroy Allen Skalstad y se llama Homeless portraiture.
Por si surge la duda, estoy bien :) (Yo siempre estoy bien! jajaja)