A vueltas con la lencería

Estaban los dos en el sofá de su hogar plácidamente tras haber disfrutado de la cena. Un serie hacía de telón de fondo de aquel momento y bajo una manta, juntos con sus brazos entrelazados, aumentaban la calidez del momento.
¿Te hago feliz? – preguntó ella
Él, sorprendido, la miro y dijo – Claro que sí, por supuesto
¿De verdad? – Insistió ella con sonrisa traviesa
¡Cómo puedes dudarlo! – replicó su compañero
Si pudieras cambiar algo ¿Qué sería? – agregó ella
mmmm No lo sé, la verdad ¡Nada! Pero… déjame pensar – Contesto él, y tras las risas, ambos se volvieron a perder en el desarrollo del capítulo abrazados, intercambiando besos esporádicos, cariños y caricias, las habituales en una relación consolidada.
Llegaron los anuncios y él le dijo: «Pues verás, me gustaría que fueras más ardiente, que no siempre lleve yo la iniciativa, sino que tu me uses a tu antojo y me hagas complacerte, que conocedora de lo mucho que me gusta cada parte de ti te pusieras tus prendas más eróticas para convertirme en tu sumiso esclavo ¡Sin nada raro! ¡Eh! pero si me gustaría que alguna vez, las riendas fueran tuyas…»
Ella sonrió y lo besó con pasión, se acurrucaron bajo la manta, y no dijeron mucho más… al cabo de un rato se fueron a la cama y se durmieron abrazados como siempre, hasta que el nuevo día les trajo la vorágine laboral, las prisas y los besos de despedida hasta la tarde, los «Te Quiero» tan rutinarios como sentidos y sinceros.
 
Ella le dio varias vueltas a aquella conversación durante su mañana en la oficina. Al mediodía, al salir, pasó por una tienda de Victoria Secret y se compró algunas prendas especiales, tenía algo en mente. Llegó a casa y se entretuvo con sus quehaceres hasta que dieron las seis, y comenzó a prepararlo todo. Las velas que hasta ese momento eran decoración cobraron llama y ella con mimo, abrió la bolsa con la ropa para ponerse lo que había comprado. Primero sus medias negras, a juego con un liguero que por falta de experiencia le llevó un rato ponerse. Aunque iba con una braguita a juego, finalmente optó por no ponérsela, si quería picardía… la tendría. Tras las medias y el liguero, vino la camiseta, una de tirantes, también en color negro,semitransparente, se quitó la que llevaba y el sujetador y se la puso… se sentía rara, se le veía todo, así que se cubrió con una bata esperando que llegara la hora.



Hizo alguna cosa más por casa, puso música suave, algunas velas más, y cuando se acercaba la hora en la que él llegaba puntual todos los días, movió la butaca de una plaza y la puso de cara a la puerta. Cogió dos sillas y las situó a ambos lados, para poder apoyar las piernas. Escuchó unos pasos en el pasillo de fuera de la casa y el ruido del portal, y se colocó, recostándose en el sofá y apoyando sus piernas abiertas una en una silla para que nada más abrir la puerta él pudiera verla de frente.
Escuchó la llave entrando en la cerradura, y comenzó a excitarse tremendamente, y un dedo travieso comenzó a deslizarse por entre sus piernas…
 
Él había tenido un día largo pero entretenido, resolviendo mil problemas de unos clientes y de algunos compañeros. Una comida muy agradable, tarde ligera y había salido a su hora, como siempre. Aquel día era diferente pues le quedaba un problema que resolver, así que puso rumbo a casa para finiquitarlo.
Entró en el portal y sacó las llaves de casa, y mientras escogía la de la cerradura se giró con una sonrisa para decirle a su jefe: «Ese libro es uno de mis favoritos, ahora mismo te lo dejo y así te lo puedes llevar a Milán mañana cuando salgas de viaje»
Y giró la llave…

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12 Respuestas

  1. Tegala dice:

    Me temía que él iba a traer compañía a casa… pobre chica!! Jaja

  2. Moona dice:

    Fuera del cliché de que las mujeres sean las pasivas en la relación (cosa que creo que cada vez es menos cierta), la imagen del liguero ya evoca, por sí sola, lujuria, pasión, excitación, sensualidad… Ainssss… A ver cuándo me compro uno ;)

  3. Noa dice:

    Ummmmm se veía venir un final así, pero… el jefe????? (¿Qué clase de jefe acompaña a su trabajador hasta la puerta de su casa para que le deje un libro? ¿Y qué tipo de persona es el trabajador que le deja un libro a su jefe? Anda y que se lo compre!!!!!!!!!!!!!!! jejejeje).

    Tampoco estoy de acuerdo con la imagen todavía generalizada de: el hombre sexualmente activo y la mujer NO!!!!!!! Simplemente a veces somos más sutiles… ;-)

    Pobrecilla!!!!! pero por otro lado: la de risas que podrían gastar posteriormente y cuando se recuperen del trauma, jejeje.

    Un abrazo «sin testigos imprevistos».

  4. KATREyuk dice:

    Veamos… se venía venir? Que el jefe pa qué? Que si las mujeres y un rol sumiso? Es una historia… lamento que previsible, el jefe… lo jubilaré en la próxima revisión, que vaya una compañera y se rían los tres, así el final queda más… abierto. Lo del rol no lo discutiré, va con cada persona, hombre o mujer, ser dominante o dominado, para gustos colores.
    Un abrazo a todos, y gracias por comentar ^__^
    La próxima vez lo trabajaré mejor… :)

  5. Varias cosas:

    – No tiene importancia, pero que quede claro que he escrito mi post antes de leer tu blog

    – Creo que las fotos insinuantes son las más sexis, no muestran nada y dicen todo, dejan volar la imaginación y despiertan los sentidos. Un diez para la foto

    – El resto lo has dicho en tu comentario. Sólo una cosa:. Eso de «la próxima vez lo trabajaré mejor».. .pareces un chiquillo dando explicaciones a su profe…

    Besos

    • KATREyuk dice:

      jajajaja casualidades de la vida! =)
      La foto es chulísima… me llevó un rato encontrarla en Google
      Y todos vosotros sois maestros, y siguiendo vuestro consejo y guía, espero escribir mejor en un futuro… está claro que la historia era obvia, y yo no pretendía que fuera así.
      Aprendemos para crecer querida París
      Me encanta tu blog
      Un abrazo

      • Moona dice:

        Una historia no es peor porque el final sea más o menos esperado. A mí me ha gustado mucho cómo lo has contado y, una vez se gire la llave pueden pasar muuuchas cosas ;)

  6. Pelotilla….. jejejeje

    Besos

  7. Susi dice:

    Vale si, todas muy listas… pero y ahora que?? yo quiero saber cómo acaba!! ¿la pobre mujer se va a quedar a dos velas despues de haberselo currado tanto?¿o al final el jefe acaba uniéndose al grupo??? o que?? No puedes dejar la historia sin final!! ;)**

    • KATREyuk dice:

      Al final el hombre abre la puerta y ve a la mujer en el salón en esa pose, le dice a su jefe que por favor espere ahí un segundo…. pasa corriendo por delante de la mujer y le dice «un segundo!», entra corriendo en el estudio, coge el libro, se lo lleva al jefe que está en la puerta de casa, y le dice «Discúlpame, pero mi mujer ha puesto el salón patas arriba por una limpieza a fondo, espero que te guste el libro.» El otro asentiría y se iría a casa, el hombre entraría en el salón dónde ella habría comenzado sin él, y él se agacharía a cuatro patas… y le diría «Hola cariño»

      Ya no sigo ¿no? xDDDDDDDDD
      Un final feliz para una historia «obvia» jajajajaja

  1. 19 de enero de 2011

    […] This post was mentioned on Twitter by Javier Olivares. Javier Olivares said: RT @KATREyuk: Peor Para El Sol ❂ : A vueltas con la lencería http://bit.ly/h189Ci #PPES #relatocorto #semierotic xDDD […]

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