Baile de máscaras (El día después de una inocentada)

Pocas cosas me hacían ver a mi por dónde se desarrollaría el día cuando al mediodía, pensé en escribir una inocentada en mi blog tras el aluvión de noticias de broma que inundaron las páginas españolas a lo largo del ya pasado 28 de Diciembre, día de los Santos Inocentes.

Comenzó con un conmovedor mensaje de un visitante anónimo, después del cual escribí un post en agradecimiento que publicaré próximamente. Continuó con la sorpresa de una reciente conocida, que me lee desde Boston y que se ha incorporado hace poco a mi blog y mi twitter. Luego alguna felicitación por privado, y algunos mensajes en Twitter explicando para evitar males mayores lo que no quería definir hasta acabado el día, como hago ahora. No intentaré seguir el orden cronológico, pero ha habido quien lo ha pillado, y quien no, y en cualquier caso, algo así, me ha permitido, aunque no fuera mi intención inicial, ver la verdadera cara, aquella tras la máscara, de algunas personas.

Al publicarlo puse una foto de una niña de 9 meses, algo que un conocido de twitter me hizo ver pronto, ofreciéndome una foto de una de sus hijas recién nacida para reemplazarla; me dijo «Nunca has visto a un recién nacido o qué?«, y tenía razón. Luego tuve que quitar la frase de «tiene los ojos de su madre«, pues el bebé tenía los ojos cerrados. Busqué que fuera creíble, que despertara dudas, que no fuera una mentira obvia, y veo que funcionó en algunos casos. Conociéndome un poquito… ¿Alguien cree que aguantaría 9 meses de embarazo sin hablar de algo tan increíble? ¿No he dicho que no tengo pareja en más de una ocasión? ¿No sería acaso aún más insoportable y cursi si estuviera con alguien? En fin… de todos modos, quiero pedir disculpas a quien le haya resultado ofensivo o molesto, en ningún momento pensé en herir a nadie, y como me recordaba mi madre «Qué susto me diste hace unos años cuando dijiste en tu blog que eras gay«, y mi padre tardó en recordarle qué día era.

Muchas de las personas de las que hablaré aparecerán en mi post del 31 para acabar el año. Keseke, intrépida y audaz, lo cazó al vuelo. Lucía sonrió cómplice pues había mascado la broma con ella, pidiéndole permiso para usar su nombre, pues mi sueño, de tener una niña, siempre ha sido llamarla Lucía. Mónica también lo pilló, o Tegala, desde la isla negra, junto a Bruma. Un amigo de Pepephone, me envió un mensaje felicitándome, y se rió conmigo cuando le conté la verdad. Pero al otro lado, hubo quien no pilló la broma y quiso ver el reflejo de mentiras y engaños por mi parte, como si llevara una doble vida. Una amiga me mandó su aguijón, y sirvió para retomar un contacto perdido, otra nota positiva de esta anécdota. Pero como es Amiga, de las de verdad, se le perdona todo, tiene licencia para matar y en lo bueno y en lo malo, me honraría tenerla siempre a mi lado, y trabajaré lo que sea necesario por ello; a pocas personas le otorgo el cartel de «imprescindible», pero quiero lo tiene, es para siempre.

Pero ahí estaba alguien empeñada en ver lo peor del hombre como género en mi, alguien que no hace mucho me ofrecía su amistad sincera tras otro malentendido inexplicable que conseguí superar, una vez en frío. Pero esta, la cuarta, no seré tolerante. Palabras como «eres la peor persona que he conocido» o «me das asco» no se deben oír de una candidata a amiga, a menos que sean merecidas, en cuyo caso, agacharía la cabeza. Ni aún después de contestar dicho mensaje con un «es el día de los Santos Inocentes» obtuve una disculpa. Así que, valiéndome de palabras de Gran Hermano, que ni sé por qué edición va: «Está usted invitada a abandonar la casa…«, y no es una opción.

Celebro este tipo de sucesos porque la vida hace tiempo me enseñó que mejor solo que mal acompañado, y muchos de vosotros me habéis enseñado, que con el corazón grande y la sinceridad por bandera, habrá cosas que te salgan mal, pero siempre tendrás alguien que camine a tu lado, recolectando esas pocas personas con las que compartirás lo que te queda de vida.

Así pues, gracias por la anécdota, y perdón por la posible ofensa.
Bienvenido 29 de Diciembre, adiós memorable «Santos Inocentes de 2010″… quedan 2 días de 2010