Ellos se lo guisan que ellos se lo coman

Después de volver de unas copichuelas talavereñas ha sido momento de ver el concurso de mates, bueno… más bien, la farsa norteamericana del all-star y los mates, desde que Jordan, Magic, Bird y compañía dejaron las canchas el nivel ha bajado hasta convertirse en un paripé realmente decepcionante.

Los concursantes, un chaval estupendo, español y auténtico, y luego, sin pretender parecer racista, 3 negros: El negro enano, que haga lo que haga lleva buena nota pues bastante tiene con llegar a la canasta, el negro medio, que quedará tercero como hace tres años, y el negro «el gigante verde», cuyo único mérito residiría si fuera capaz de machacar en un taburete (sentado).

Primera ronda, desde la grada, un montón de «amigos», cada cual más chulo y mejor equipado de pendientes gigantes en forma de aro y lustrosas cadenas de oro con símbolos cristianos. El negro medio lo hizo bien, el español lo hizo genial aunque por no ser yankee te quitan 8 puntos, el negro bajito machacó y por consiguiente buena nota, y el gigante verde hizo un mate convencional por el que le dieron una nota extraordinaria, no sé si valoraban el mate o el ancho de su espalda.

Segunda ronda, el españolito se queda sin tiempo y completa un buen mate, el resto… cosas poco originales y payaseos con cabinas de teléfono incluidas. Supongo que nos quedaremos sin ver el mate a lo Djalminha que decían tenía preparado Rudy.

Veré quien gana esta farsa, pero me han demostrado que la justicia que tienen los triples la compensan con un concurso de mates arbitrario, injusto y vendido.

Lo mejor, sin duda, los santos cojones de Rudy al quitarse la camiseta y dedicarle la victoria a un grande del baloncesto, el que abrió el camino a los españoles, enseñandoles donde habitaban las estrellas… para conquistarlas.