La Crisis nos quitará algo a todos

Ayer, además del cansancio de no haber dormido bien me tenía atenazado, una sombra se apoderó de mi según pasaban las horas, la misma que desgraciadamente lleva acompañando a demasiada gente en este país durante mucho tiempo.

No es que me vaya a quedar en paro, pero sí he sido consciente, por referencias propias y ajenas, por situaciones de conocidos y amigos, de que en los tiempos que nos ha tocado vivir, ningún trabajo está a salvo. Sea a mi o a un ser querido, el fantasma negro sigue necesitando víctimas, y todos parecemos posibles presas.

Mi vista no alcanza a imaginar cómo remontará esta Crisis infravalorada, como saldrá adelante tanta gente de situaciones tan desesperadas, todo ello sumado a lo que había ya antes.

Todos perderemos algo, tan solo queda la esperanza de que de algún modo se abran tantas ventanas como puertas se están cerrando.