Ahora que los sentidos sienten sin miedo

Cada persona tiene una forma de ser, y todos sabemos que los cambios son complicados… podemos intentar forzarlos pero necesitan tiempo e ingredientes que no están en ninguna receta ni ningún libro. Cuando aparecen los catalizadores oportunos se produce la reacción, y aunque sigamos pareciendo la misma persona, podemos cambiar considerablemente nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos… y quizás nuestros seres más cercanos no lo vean, porque todo parece igual, pero nosotros lo sentimos. No sé si será la madurez quitándome el traje de Peter Pan, o quizás el haberme adaptado al ritmo de este mundo de locos, a las contradicciones del día a día y el destierro de los lamentos, pero me siento alguien distinto… este último año se dieron las circunstancias… miedo, felicidad, angustia, tristeza, rabia, celos, envidia… todo fue llenando en pequeñas dosis una burbuja, y cuando explotó allí estaba yo desnudo (y lleno de jabón).

Y este es mi momento… Ahora…

«… ahora que una pensión es un palacio,
donde nunca falta espacio
para más de un corazón …
 
… ahora que no me acuerdo del pijama,
ni recorto el crucigrama, ni me mato si te vas.
Ahora que tengo un alma que no tenía.
Ahora que suenan palmas por alegrías.
Ahora que nada es sagrado ni,
sobre mojado, llueve todavía …
 
… Ahora que se atropellan las semanas,
fugaces, como estrellas de Bagdad,
ahora que, casi siempre, tengo ganas
de trepar a tu ventana y quitarme el antifaz …

… Ahora que los sentidos
    sienten sin miedo …

… Ahora que estoy más vivo de lo que estoy.
Ahora que nada es urgente, que todo es presente,
que hay pan para hoy …
 
… Ahora que no te pido lo que me das.
Ahora que no me mido con los demás.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento de nunca empezar.»

JOAQUIN SABINA
Ahora que…