Desde Almuñecar…

Aquí estamos pasando unos días en la costa granadina tras el viaje a Edimburgo… que menuda aventura resultó ser, aviones cancelados, nuevas rutas, maletas perdidas… en fin, lo bueno es que lo pasamos realmente genial y disfrutamos de un gran fin de semana rodeados de gente estupenda.

Ahora, junto al mar, los días pasan despacio, hay una paz casi completa, e incluso mis compañeros de trabajo se han apuntado a ayudarme y llevo ya 3 días sin llamadas de teléfono, por lo que no tengo más preocupación que decidir si me pongo de espaldas o de frente en la tumbona o elegir algo de la carta para comer o cenar…

La rubia se lo está pasando pirata, rodeada de su familia, y con unas ganas tremendas de ponerse cuanto más negra mejor (aunque tomando precauciones). Luce su mejor sonrisa, días como ayer se levanta realmente empanailla, otros como hoy salta de un brinco de la cama y quiere hacer mil cosas, lo bueno de las vacaciones es que puedes tomartelo con calma y dibujar el día como te apetezca.

El único «pero» es que a veces tanta playa me cansa un poco… sobre todo sin una red de volley o una cancha de baloncesto adjunta, o quizás unas raquetillas. En momentos así me escapo como ahora hasta un cyber, y con euro y medio borro algo de spam, leo el Marca, el Google Mail y escribo un post como este… ahora la ducha me reclama, pero antes de quitarme la sal os mandaré un abrazo a todos, los que no estáis al estar de vacaciones, los que las habéis cogido y los que las cogeréis, y especialmente a aquellos que por una cosa y otra no pueden.