Re-Reyes

Este año mi mejor regalo de Reyes no se podía comprar, era algo que no tenía precio y tras dos semanas, volver a tener en mis brazos a mi niña era el sueño que me llevaba rondando y me había dado energías en la mudanza. Ese momento llegó el Sábado, a la hora de comer, cuando pude verla al fin en Talavera y comenzar con ella un fin de semana inolvidable.

Allí llegaba yo con mi bolsita de deporte llena de regalos, esperando sorprenderla y sin pensar en lo que me esperaba, tan solo la quería a ella… Lo que tenía preparado para mi en su ordenador no salió bien del todo, pero aún así fue el más bonito de todos los regalos de Reyes, lleno de cariño y recuerdos de los pasos que nos llevaron hasta aquí, aunque lo intentara… no podría explicarlo, consiguió a la vez hacerme reir y emocionarme, algo tan dulce como mágico.

Luego tuve que seguir las pistas para ir recopilando mis regalos, que fui dejando poco a poco en el sofá junto a la bolsa negra que había traido.
Al abrirlos… Sin City!!! en DVD, el libro «Con buena Letra II!!!» de Sabina, una pulsera preciosa, que me acompañará siempre, una bolsa de chuches con un conjunto de ciclista de los Simpson difícil de definir (thks PSP guy!), una máquina de chicles, de estas con una bola enorme de cristal y llenas de pelotitas de colores, uno de mis viejos sueños cumplidos que ya tiene su sitio en mi salón… como el Furby!!!!, mu mono, negro, mucho tengo que hablar con él para que aprenda algo, es un poco groserillo, no hace mas que bacilar con el ruido del móvil y eructar, pero todo se andará.

Lo que me dejó como pa cambiar neumáticos y poné gasolina fueron las entradas para Montmeló, totalmente, me quedé sin saber qué decir y me sentí culpable por un gasto tan elevado… a lo largo de la tarde me fuí recuperando, pero… pufff! no es sencillo, nada, pero bueno, desde el primer momento tengo muy claro que esta niña nunca olvidará ese viaje, y que tengo una deuda pendiente… ya tengo un par de ideas de cómo devolvérsela.

Pero sobre todo, ella, el mejor de mis regalos, pudiendo olerla de nuevo y ver esa sonrisa que me tiene tan tonto, con su mirada dulce llena de cariño en todo momento, con su paciencia mientras pensaba las pistas y me decía «pieeeensaaaaaa«, con esa forma que tiene de hacer todo tan fácil, con tanto cariño acumulado, con tanto que decir con los ojos, con sus caricias involuntarias en mi pelo, con sus peguillos entremezclados en nuestras conversaciones… incluso su mirada apenada de un Domingo al que intentábamos tristes darle color ante mi inminente partida, al que vencimos con unos cuantos besos y abrazos y al que nos enfrentaremos nuevamente el próximo fin de semana.

Muchísimos regalos… se ha pasado un par de pueblos, pero de entre todas las maravillas que tenía para mi me quedo con ella, con sus gestos, con todo lo que es como mujer, eso que me hace inevitable quererla tantísimo y que me hace sentirme tan cómodo, con los sueños que ha despertado y con la magnífica persona de la que estoy tan orgulloso de tener a mi lado… ella, mi imprescindible niña, ha sido mi regalo más ansiado y esperado, estas vacaciones separados han sido muy duras… espero que el año que viene podamos repartirnos y disfrutar juntos de Córdoba o Coruña, o quizás Sevilla, pero juntos… las Navidades son unas fechas especiales, pero demasiado cuesta arriba añorando tanto a alquien tan especial, el año que viene espero poder disfrutar de dos familias, al lado de la responsable del corazón tan rojo que ha intentado contar con palabras un fin de semana a su lado. «Cómo hablar… si cada parte…»

Que empecéis bien esta dura semana…