El Aguila Imperial

Hace muchos años, cuando yo era un mal estudiante y aún no había acabado la EGB, todo mi pequeño universo giraba alrededor del medio ambiente y de los maravillosos seres no humanos que hay en este mundo, y sobre todos ellos, dedicaba mis horas a las aves, haciéndome con cuantos libros podía y con una colección… de plumas.

En mis albums iba recogiendo las plumas de los diferentes pájaros que podía, y un buen día, en el Zoo de Vigo, recogí la que sería el mayor tesoro de mi colección, algo de un valor incalculable para mi… una pluma de Águila Imperial. Casualmente, en aquella visita a aquel rincón de la Madroa, coincidí con un ejemplar en recuperación, de otro modo era difícil ver uno de estos maravillosos y únicos seres. Lo recuerdo como un instante mágico y perfecto… cogiendo de la base de la jaula de esa imponente diosa de los cielos, ante su mirada tranquila mientras se recuperaba para tomar de nuevo su trono, una de sus plumas.

Hoy todos aquellos recuerdos y sentimientos me inundaban al ver un documental en el telediario de la noche en la primera, hablaban de un Parque Natural que hay en Cádiz, Los Alcornocales, donde han resguardado 22 jóvenes parejas de esta especie con la esperanza de lograr su reproducción. El Águila Imperial es una de las 4 especies más amenazadas del mundo, y si bien en su día había algunos ejemplares de una variedad de ella en centroeuropa, la variante española es única y ha corrido durante años un serio peligro de convertirse en un recuerdo. Gracias al trabajo de mucha gente, se ha conseguido que en los últimos 20 años pasemos de tener 103 a 200 parejas en este país, y el futuro de esta maravillosa ave rapaz se tiñe del mismo azul esperanza que el de los cielos sobre los que reina.

Sueño con un futuro donde en algún cielo azul, aún se pueda ver majestuosa y casi divina, flotando sobre todo y todos, altiva y señorial, un ejemplar de nuestra maravillosa… Aguila Imperial.

Dibujo de Jose Antonio Sencianes