Katrelogy 101
Los norteamericanos usan ese sistema numérico para nombrar las clases universitarias, y el 101 sería el primer nivel, el más básico, en cualquier disciplina. Ayer tuve el placer de tomar algo con mi querida Evitilla, una amiga que afirma tener hasta el 901 de «Katrelogy», lo que en español se puede traducir como «me conoce como si me hubiera parío».
Siempre es revelador ver a alguien que te conoce y que además tiene licencia para reñirte por las cosas que haces mal. La pobre creo que acabó desistiendo sobre mis relaciones en pareja, y afirmaba que por mi actividad en redes sociales se puede saber perfectamente si tengo algún lío, si lo he dejado hace poco, si me gusta alguien… que soy más transparente que los informes financieros del Partido Popular.
De nuevo me tocó entonar varios «mea culpa», y disculparme por comportamientos tan injustificados como erráticos. Le prometí que haría las paces con mi mejor amiga, y hablando con ella me prometí a mi mismo que haría las cosas mejor, sin desesperarme por no encontrar a mi Elaine Marley y sobre todo, siendo más coherente de lo que suelo ser a nivel sentimental. Pasamos un gran rato hablando y me dijo que era muy inmaduro reñirle a alguien a través de mi blog, que parezco un niño chico. Estoy totalmente de acuerdo.
Todo lo vivido últimamente me ha dejado muy revuelto, y debo irme calmando poco a poco a recuperar el camino. Debo mejorar distinguiendo fondo de forma, y no siendo expeditivo con gente que me quiere de verdad. En fin, tan solo debo resintonizarme con el mundo… para dar un pasito importante al frente.
Creo que en este post has encontrado muchos caminos por los que seguir. Así que ya tienes kilómetros para seguir andando por las baldosas amarillas. Ahora, coincido plenamente con ella en lo que dice de las redes sociales, jajaja. O quizá es que hay que conocerte un poquito para poder interpretar ciertas señales. La clave está en no desesperar y sobre todo, vivir. Un abrazote fuerte.
Qué bien me conoces bonita…
Un abrazo enorme