Mr. Hyde

Muy pocas personas pueden decir que me hayan visto enfadado, no solo por ser la paciencia una de mis virudes o defectos, sino porque soy mas propenso a contener esa ira y liberarla en privado, sea saludable o no, considero que no repercute en mi y si bien en algún caso me ha dificultado la recuperación, no ha funcionado mal en el resto.

Bien, pues hoy me he enfadado, y mucho, no, no ha sido por la selección española (que también) sino por una grave falta de respeto de esa chica con la que compartí los últimos años de mi vida, hace algo mas de una vuelta de la tierra al Sol. Habíamos hablado de ver juntos el partido de la selección, y así fué, llegó 10 minutos antes del partido y nos sentamos junto a mi adorable invitada a ver ese crucial encuentro. Al igual que en el partido, el primer tiempo fué bien… España ganando y paz en el ambiente, una buena cena, y un verdadero placer de 45 minutos. En el descanso ayudé a mi jefa a conectarse a nuestro sistema corporativo de teletrabajo, y mientras acababa ví como iba con el movil hacia mi dormitorio, susurrando y hablando cariñosamente con alguien que rapidamente identifiqué como ese magnífico sujeto que causó nuestra ruptura, y si bien no dicen ser pareja fija, siguen con sus tonterías como siempre (con lo fácil que es ser sincera y honesta con quien pretende ser amigo).
Ahí estuvo, en MI cama, hablando con él sus 30 minutitos, se perdió a Casillas haciendo de triunfito y poniendo fácil el empate de los Serbios, y tantas otras jugadas de nuestra escuadra que asedió la portería rival.

Volvió a 10 minutos del final, tan tranquila. Yo, por dentro, ardía de cólera al considerar como muy grave que tras venir a ver el partido con nosotros (concesión mia), no se le ocurriera nada mas inteligente que irse a mi habitación a hablar con el malagueño, en lugar de un «Te llamo luego cariño» y ver el partido como había sido su plan original, pero como es habitual, se columpió demasiado y las cadenas de cristal cedieron… para dejar caer una última vez el columpio.

Se libró de mi cólera, presintiéndola cogió el bolso y nada mas acabar el partido se fué, evitó palabras duras como quizás nunca las había oido de mi, promesas que cumpliré y cumpleaños a los que no asistiré, porque hay un modo de hacer las cosas bien que olvidó, y yo no pienso darle ningún consejo de como ha de comportarse un ser humano (respeto y coherencia), valores que sin duda ya aprenderá más adelante… con otro amigo.

Disculpad la vigésimo tercera referencia a esta persona, creo que además de compartir películas y carreras debía tambien compartir esta rabieta… tengo claros mis sentimientos, pero si se desea una amistad, se debe permitir que el vaso de cristal se vacíe con la evaporación de los meses, porque el cristal roto no se puede volver a pegar.

Gracias a una mujer excepcional que vive conmigo estoy mas tranquilo… satisfecho de las oportunidades, de los abrazos, de las charlas y tantas otras cosas compartidas. He intentado ser «amigo«, tanto por ella como por mi, y como en otros casos, el tiempo ha demostrado que invertir la más mínima energía en ello es un error, así que hoy… sencillamente, desenchufo su cable.