La felicidad se abre paso

El silencio y la calma habían precedido aquel momento tan curioso. Atrapado por el estrés de la vida, decidí sentarme en un banco a coger aire, no por cansancio, sino por ese ritmo frenético que nos hace olvidar lo básico y aparcamos la consciencia para parecernos a las máquinas. Allí...