Infinitas posibilidades
Ante él, se abrían un millón de posibilidades, no porque antes de aquel instante no las hubiera, sino por que antes no había sido capaz de verlas, y por consiguiente, no existían, la complejidad del Universo volviéndose simple.
Pasó largas horas meditando cómo anclar aquella particular actitud a su alma para convertirla en rutina, pero es precisamente del aprendizaje el oasis del que bebe, del que nace, y sin las curvas del corazón, el optimismo puede quedarse vacío.
Según pasaron las semanas creyó estar seguro de querer caminar de la mano de aquellos ojos oscuros, parecían hechos el uno para el otro ¿Acaso no sentía ella la misma pertenencia? No, claro que no, ella todavía no podía sentir, tan solo tenía fuerzas para hacer brillar su mirada y proteger con sus alas de lechuza a los suyos, siempre vigía, secando lágrimas con aquella preciosa sonrisa.
Por muy seguro que estuviera de la persona, también sabía que no era el momento.
Se sintió perdido. No podía ganarle aquella batalla al tiempo, la vida le había enseñado que no puedes sentarte en un andén esperando a que ese gran amor te recoja, quizás podría ir a por ti cuando tengas tu mundo tan completo que sientas que ya no cabe nada más, pero no hay garantías ni mirillas por las que poder intuir el plan maestro de los guardianes del Destino.
Miró al horizonte para llenarse de cielo los ojos y de aire el alma.
Los recuerdos pasaban por su mente como si fueran olores lejanos.
Pensó en las diferentes posibilidades que le esperaban… libros por leer, viajes que planear y emprender, cuerpos desnudos que acariciar, fotografías que hacer con retina o cámara, descubrimientos, hallazgos, túneles, besos…
Aunque en el fondo sabía que no sería nada fácil olvidar esa mano que acarició su alma donde nadie la había tocado nunca.
"Qué es la soledad? —Pregunta el Principito. —Es un reencuentro consigo mismo y no debe ser motivo de tristeza, es…
No seas tan duro contigo mismo. La soledad llega. A veces la deseamos y otras veces llega cuando no estás…
Gracias Sue, gracias por tu cariño sincero. Un abrazo
Ánimo Kike, estoy convencida que renacerás de nuevo como el ave fénix, es cuestión de tiempo, calma y alma... Nos…
Siempre es más fácil ayudar a los demás que ayudarse a uno mismo. Orienta la luz de tu faro, dices…