Pick your flavor (Escoge tu sabor)

Últimamente mi vida está llena de sofocantes o interesantes alteraciones de mi rutina. En mi trabajo las jornadas son cada día más agotadoras, y mientras tanto, en mi vida personal, llega el verano… y algunos días, mi mundo se plaga de mosquitos, si, ya sabéis, de esos que de vez en cuando aparecen para chuparte la sangre, y luego no se quedan ni para darte un poco de cariño. Pero bueno, la vida te enseña a cuando y cómo manejar un matamoscas.
Diversas ilusiones se agolpan… esta semana, por mucho que me empecine, creo que no podré evitar celebrar un nuevo cumpleaños, e irá seguido de unos días de viaje con la empresa, por lo que apenas podré estar tranquilo, y tendré que esperar, o celebrarlo de otro modo.
También debo concluir en Junio con los preparativos para el cierre de Blogomundo, ver que todos se han movido y echar el cerrojo a un apasionante proyecto. Ah! El Depor ha subido a primera, y el año que viene dará guerra, pero solo con una muy buena gestión podrá mantenerse en la categoría de oro, e irse recuperando del inmenso agujero económico que tiene bajo sus botas.
¿Y del amor? Del amor… prefiero no hablar. Cada vez que aireo mis sentimientos parece que algo chafa todo y lo que podría ser un dibujo, se queda en un croquis donde apenas pueden distinguirse unas líneas. Así que tan solo puedo afirmar que el horizonte es ilusionante también en ese ámbito… nada fácil, veremos si no se me ha vuelto a escacharrar la brújula, pero espero… por trigésimo quinta vez, que no sea así. Quizás esta vez, todo sea distinto, quizás yo esté listo, quizás sea el momento de tener algo de verdad.
Ahora, más que nunca, debo ser ese cambio que quiero ver en el mundo.
Cierto es que no siempre podamos elegir lo qué nos pasa,
pero sí… el sabor con el que nos quedamos en la boca,
tras cribar y analizar lo que vivimos cada día.

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