Tatuajes sentimentales

Me tatué un beso, tres mentiras, dos certezas, e inauguré mi alma como metáfora de un cuerpo cuaderno.   Comencé edad adulta, con trazos, momentos, bocetos, caricias, que dolían por sentir más de lo que yo sentía, amistades sanguijuelas que se camuflaban como lapas, lecciones que cuanto más herían más...