Y seguí soñando…

Comencé por sus pies tan desnudos como el resto de su cuerpo, apretándolos con fuerza con mis manos, mitad pasión y deseo, mitad masaje y declaración de intenciones, y les dí cuatro besos suaves y lentos repartidos a partes iguales entre cada uno de ellos. Inicié mi travesía con mi...