Fertilizando mis verdes campos

Si algo nos diferencia, si algo nos hace humanos, es eso que llamamos alma. No sé qué diría el amigo Punset al respecto, pero más allá de las químicas inherentes del cerebro y los chispazos neuronales, hay algo que nos identifica a todos y cada uno de nosotros, ese algo que nos hace caminar convencidos de nuestra propia razón, navegando entre la duda y nuestra particular certeza, perdidos en un vacío merced de una cultura que olvida enseñarnos a ver el nexo que nos une.

¿Qué es un nexo? Según la RAE: Una unión, un lazo.
Para mi, una clave, una respuesta, un cruce de caminos. A menudo cuando divago en mis reflexiones sobre el Universo y el concepto «humano», presiento la existencia de un nexo, una simple respuesta que lo explica todo, que sirve de camino desde el polvo de estrellas a la retina que verifica estas letras. A veces miro el cielo y lo siento cerca, no por divinidades de diseño, sino por cómo la luz se filtra por la atmósfera 499 segundos después de nacer en el Sol, tan lejano, más esencial que cualquier objeto próximo. Ese nexo está ahí, como cuando buscas una palabra y en ese momento que dejas de pensar en ella asoma a la punta de tu lengua. Tan cerca como tan lejos.

Como dicen en un capítulo de esa sensacional serie llamada Gravedad Cero, donde en la inmensidad del espacio, exploran lo profundo del alma humana, y quitando lo de la traición de esta cita dicha poco antes de la que puse el Miércoles, uno de sus protagonistas le dice esto a otro que se siente perdido y dolido por una mentira:

«¿Qué ocurre en realidad? ¿Te sientes solo ahí arriba? ¿Te asusta lo que estás descubriendo? ¿O tal vez se trata de la traición… de que te hiciera daño la única persona en la que creías poder confiar? ¿Quieres saber cómo se supera eso? Yo te lo diré hermano… lamiéndote la herida, y si tienes suerte, muchísima suerte, algún día, dejará de sangrar, siempre sabrás que está ahí, pero no siempre tendrás que mirarla, no todos los días. Considérate un hombre con suerte, así que ponte manos a la obra…«

Últimamente me he sentido así, herido. El hombre brújula se ha encontrado con un imán que lo ha desorientado, uno formado por varias circunstancias concurrentes. En primer lugar, durante un tiempo, he volcado demasiada energía en ayudar a gente que yo creía perdida, pero al no hacerlo bien, me he vaciado considerablemente. Me encontré con uno de esos agujeros negros donde la luz entra y no sale, si hubiera escuchado a mi trinomio… pero mi Fe en el ser humano es a veces tan pronunciada como posteriormente castigada. Y tras esa oscuridad de la que escapé derrotado, encontré, más lejos, indiferencia, y me pilló por sorpresa. No es la distancia ¿Será esa molesta casa del Lago? No, tampoco eso, cuestión de prioridades y de Fe, que tiene todo que ver con la confianza, de esa de la que como decía hace poco, andamos todos tan flojos (lo reconozcamos o no). Y cerrando el imán: una luz; cegadora, poderosa, perfecta… una que no sé como manejar sin quemarme; si sigo mi camino, no olvidaré su luz jamás, y en cualquier caso, lo cambia todo, y no tengo la distancia suficiente como para entender qué significa y qué influencia tendrá en mi vida.

De nuevo mi brújula, la que me impide perder el Norte, es mi familia. Los días en mi tierra me demostraron que hacer un gran esfuerzo, y derramar todo tu cariño por alguien que lo merece, hace que se llenen recíprocamente ambas personas, y esa es la gente que quiero en mi vida y que debo aprender a buscar adecuadamente. Y cuando las fuerzas flaquean, siempre hay una bruma marina que me protege y me cubre, que me calienta y me abraza ¡Joder, Soy un hombre afortunado!

Las lecciones más importantes son duras, el camino por recorrer no es fácil… me gustaría decir que tengo toda la fuerza para enfrentarme al mañana, pero no me gusta mentir, ni cuando es necesario. Creo en mi, y como he hecho en los días más tormentosos y lluviosos, sigo caminando, fertilizando mis verdes campos, para que cuando salga el Sol, tarde o temprano, pueda disfrutarlos.

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4 Respuestas

  1. Bruma dice:

    Que post tan bonito, bien escrito y con maravillosas imágenes… :-)
    Poco puedo decirte, en ese sentimiento de peregrina caminante que me despierta leerte. Quizá sería una experiencia para ti también?
    Es la vida, es lo que me induce a decir tu post.
    Estoy cerca. :*

  2. bego dice:

    Pues Punset ( Elsa) dice q 11 abrazos diarios de 6segundos previene enfermedades cardiovasculares…así que yo, con ganas de mejorar tu salud ;)

    Pues yo creo que debes seguir con tu fe en el ser humano… porque si te vacías, «considérate un hombre con suerte», ¡¡podrás volver a llenarte!! «así que, ponte manos a la obra»

    Yo también creo en ti (K)

  3. una princesa dice:

    el mundo está hecho para valientes como tú!

  4. Jorge dice:

    Después de leer este gran post, como dice Bruma: bien escrito, con maravillosas imágenes y diría una cosa más, escrito desde el alma que nombras en el texto. Esos son los mejores textos, los que salen de lo más hondo de cada uno.
    Anímate! Y sigue caminando, solo de esa manera se hace el camino.

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