Bailes de Máscaras

Como la inspiración me falta últimamente, me he visto obligado a rescatar uno de mis borradores… Una cosa extraña, ni verso ni prosa, sino más bien un desahogo sin rima ni endecasílabos, escrito hace tiempo, tan vigente u obsoleto como todo y nada (jur, cómo se me va la pinza)
En fin, ahí queda… un borrador menos, un día mas.

A diario acudimos a bailes de máscaras,
rodeados de personas que no lucen su verdadera cara
bien por miedo o por el efecto que causaría en los demás.

Y en todo baile hay alguien inesperado que te hace creer,
en la humanidad, en la amistad, en el mundo, en la verdad…
un ser especial, lleno de fuerza y de luz,
y no tardas en sentir que estará ahí siempre,
que podrás contarle mil batallas y que él participará contigo,
y de no ser así, las vivirá a tu lado cuando se las cuentes…

Y a veces, pasado el tiempo,
ese maestro del disfraz deja una rendija,
que te permite ver que todo era máscara y engaño,
que tu verdad es su mentira, y tu Fé… un mero espejismo.

Y si pusiste en su mano una parte de tu corazón,
más dura aún sea la caída,
por un oscuro y estrecho agujero…
y caerás y caerás, desearás morir…
quizás una parte de ti lo haga…
pero siempre hay luz, siempre,
jamás debes perder la fé en ti mismo,
que el viento seque tus lágrimas,
y la caída por el angosto abismo,
sea la inercia necesaria para volar,
arde y purga tus lastres y miedos,
agárrate a una buena cuerda y sube,
que arriba… luce el Sol,
y hay esperanza.