¿En Casa?

Tras un fin de semana que me dejó el cuerpo destrozado y lleno de agujetas de nuevo un vuelo para Madrid, momento para quitarse la chaqueta y ponerse la camiseta con la buena temperatura, dejando atrás granizo y frio. Para los días de puente, el plan inicial era coger el coche y volver a casa, pero ¿dónde está mi casa? Pues siendo sincero… tengo dos. Una, con paredes, mucha ropa en los armarios, ordenadores, libros, discos, películas, todo tipo de artilugios y una secadora. La otra es mucho más sencilla, y también más acogedora: una sonrisa, tantos abrazos como quiera, unos ojos castaños, besos, una melena rubia… y mi experiencia me dice que tu hogar está allá donde te envuelve la calidez y un olor especial, que convierte el resto de las cosas en prescindibles, así que este último es mi verdadero hogar.
Apareció donde y cuando menos lo esperaba, reemplazando completamente el sentido de las paredes que tras mucho tiempo había conseguido hipotecar a mi favor, y ahora sé que todo mi esfuerzo lo dedicaré a unir ambas casas, para tener por fin después de muchos años fuera de mi tierra, mi hogar.